La hostelería estudia su reconversión ante las medidas de desconfinamiento

Parece que el confinamiento, poco a poco, realmente está llegando a su fin y que pronto, tanto los comercios como la hostelería podrían retomar su actividad. Concretamente, a partir del 4 de mayo, según ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la presentación del Plan de desescalada.

Según este plan, el desconfinamiento se hará por fases, de forma muy gradual y asimétrica (por provincias). Pero ¿está el sector preparado para asumir este proceso?

Antes de entrar en esta cuestión, vamos a repasar las fases previstas en este plan.

Fases del Plan de Desescalada tras la crisis por COVID-19

Según se prevé en el que se ha denominado Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad, el desconfinamiento para la hostelería de realizará en 4 fases.

Fase 0: servicio take away

A partir del 4 de mayo y hasta el 11 de mayo, los bares y restaurantes podrán abrir, pero no se podrá consumir dentro del local sino que únicamente podrán prestar servicios de comida para llevar. La diferencia respecto a la situación actual es que ahora los clientes podrán recoger ellos físicamente la comida, en lugar de recurrir a plataformas que ofrecen este servicio.

Fase 1: empiezan a abrir las terrazas de bares y restaurantes

A partir del 11 de mayo, la cosa cambia para las provincias que cumplan con los requisitos de Sanidad, ya que no todas las provincias evolucionan igual respecto a la pandemia. En los casos en los que se permita, la fase 1 contempla en que los establecimientos hosteleros, incluyendo hoteles y alojamientos turísticos, podrán abrir sus terrazas, pero con una limitación del 30% de su ocupación. Únicamente las terrazas, no el interior del local.

Esto es algo muy esperado, tanto por los establecimientos hosteleros como por los consumidores. Según un el barómetro realizado por Aecoc Shopperview, seis de cada 10 encuestados está esperando a que acabe el confinamiento para volver a los bares y restaurantes.

Fase 2: servicio en el interior de establecimientos

Los establecimientos hosteleros no podrán prestar servicio en el interior de los locales hasta el 25 de mayo, pero con limitaciones. No se atenderá a los consumidores en la barra, solo en mesas, y con la obligación de que haya una separación entre ellas.

Además, se mantendrá la limitación de un tercio de aforo en cuanto a la limitación de ocupación. 

Fase 3 y 4: vuelta progresiva a la “normalidad”

En la denominada fase 3, se prevé que se vayan suavizando las medidas restrictivas, en cuanto a limitación de aforo, que se ampliará al 50%, pero manteniendo las condiciones de separación entre los clientes.

Y, por último, a partir del 25 de junio se prevé la fase 4, para volver a la llamada “normalidad”.

¿Qué medidas debe adoptar la hostelería para adaptarse al Plan de desconfinamiento?

El sector hostelero, con todos los establecimientos cerrados desde que se decretó el estado de alarma, sigue con extremada preocupación. Y es que no todos los negocios van a ser capaces de adaptarse a esta nueva realidad. Además, algunas de las medidas establecidas, según alertan patronales y colectivos de hostelería, genera demasiada incertidumbre.

¿Qué implica por parte de los negocios cumplir el plan de desconfinamiento? A continuación, mencionamos algunas de las iniciativas que están preparando algunos bares y restaurantes para generar confianza entre sus clientes y que estos se sientan a salvo.

• Uso de las terrazas: como hemos visto en las fases del Plan de desescalada, las terrazas volverán a la normalidad antes que el interior de un local. Además, las terrazas generan más confianza a los ciudadanos, conscientes de que en el aire libre las condiciones de progresión del Coronavirus pueden ser menores. Por ello, se está reclamando que se flexibilicen las ordenanzas de las terrazas para que algunos locales puedan aumentar las superficies de terraza.
• Separación de los clientes por mamparas: es una de las opciones de las que más se habla para estimular la demanda. Se trata de instalar mamparas de metacrilato tanto en la barra como en las mesas del local.
• Estudiar opciones de ventilación opcionales frente al aire acondicionado tradicional: se ha señalado que algunos sistemas de aire acondicionado facilitan la propagación del virus en el ambiente. Por lo que es conveniente tener una alternativa de cara al verano.
• Marcar la distancia mínima de un metro en el suelo: para no despistarse y que las personas no se acerquen demasiado, este puede ser un buen sistema para hacer respetar la distancia mínima.
• Evitar elementos que puedan ser foco de contaminación, como por ejemplo los servilleteros.
• Suministar en la entrada geles de hidroalcohol y también en las salidas de los baños.

Y por supuesto, maximizar las medidas de higiene en todos los establecimientos y en todos los aspectos: en la limpieza del local, de los utensilios de cocina, en los utensilios de limpieza, en la manipulación de alimentos, desinfectar uno por uno los productos  entregados en los locales, etc.

Una inversión difícil de asumir

Desde el sector hostelero, se muestran comprensivos ante la difícil situación y reconocen el esfuerzo del Plan, pero lo califican de insuficiente e inviable para los negocios hosteleros. De hecho, en un comunicado de Hostelería de España, alertan que, pese a las medidas, podrían cerrar más de 300.000 negocios hosteleros.

Alertan que muchos negocios no podrán cumplir con las medidas por diferentes aspectos. La restricción de ocupación implica que, de todas las mesas disponibles, muy pocas podrían ocuparse, y eso supondría reducir los ingresos muy considerablemente, frente a unos gastos que se mantendrían. Por ejemplo, si se reincorpora el 100% de la plantilla. O, incluso se incrementarían, si se adoptan medidas como la implementación de mamparas y otras que hemos mencionado para acondicionar los negocios.

En este sentido, la Hostelería ha presentado al Gobierno su propio Plan de desescalada en un comunicado conjunto de Hostelería de España, Aecoc y Fiab. En él, piden que se consideren las peculiaridades de cada territorio y un paquete de medidas para intentar suavizar el impacto económico que sufrirá el sector.